"Para mi el Camino es amor y confianza" (Juani, Segovia)
FINIS TERRAE: El lugar donde duermen las mariposas de los viejos dinosaurios enamorados.
Sábado. 11 de junio de 2011. Viaauria se pone en camino rumbo a Fisterra (Finisterre). El día despierta lleno de luz. Unas cuantas nubes forman en el cielo una suave cortina de seda para evitar que el sol nos queme. Huele a sonrisas.
Desembarcamos en Lires. Cola larga para ir al baño. Un café. Un bocata de jamón con tomate. Una conversación con tres peregrinos: un canadiense joven con aspecto de actor de cine, y un matrimonio de neocelandeses rebosantes de paz, curtidos por la vida y por el camino. Los tres vienen desde Saint Jean de Pied de Port (Pirineos Franceses, una etapa antes de Roncesvalles). Han cruzado Navarra, La Rioja, Castilla, Galicia...
Ahora
están a punto de llegar al Finis Terrae, el lugar donde el sol se esconde
cada noche, donde muere el Camino, donde todo termina y renace, donde duermen
los sueños viejos de los dinosaurios, donde se bañan las mariposas
eternas de los enamorados antiguos, donde la magia inunda la sangre...
donde está la puerta invisible que nos conduce
al centro del corazón del mundo, la ventana que nos comunica con la
antigua unidad perdida, aquella que teníamos cuando todavía
vivíamos en el Paraiso, antes de la separación producida por
el pecado original...
Sentados, los tres peregrinos conversan, ajenos al bullicio y a las risas de los ruidosos caminantes de viaauria. Huele a fiesta. La omnipresencia del espíritu de la Costa da Morte llena de vida las almas. Se respira libertad. Los rostros dibujan mundos interiores llenos de paz y esperanza. Es el abrazo cariñoso de un sábado rebosante de alegría y de luz.
Empezamos a caminar. Saboreando cada paso. Acariciando la piel de la Tierra con la planta de los pies, disfrutando a tope de las sensaciones agradables del sentido del tacto.
Mirando y admirando la belleza del paisaje: El mar, las playas, el cielo azul sembrado de nubes suaves de algodón.... Sentido de la vista.
Escuchando las conversaciones y las sonrisas de los amigos y el latido alegre de sus corazones... Sentido del oido.
Respirando los mil aromas diferentes de la mañana: flores, eucaliptos, perfumes de mil plantas diferentes... Sentido del olfato.
Chocolate. Frutos secos. Bocadillo de jamón con tomate. Comida compartida... Sentido del gusto.
Senderismo con los cinco sentidos: Viaauria. Huele a vida y a luz.
Las hortensias adornan las riberas del mar. Los recuerdos están poblados de amapolas. Los pensamientos dibujan estrellas de colores: "sea lo que sea... hazlo con amor". Esta es la clave. Amar siempre. Poner amor en cada paso, en cada palabra, en cada latido, en cada respiración... Y vivir. Vivir intensamente, saboreando la vida, acariciando cada momento...
Agradables y suaves caminos nos llevan hasta la Playa del Rostro. Allí la luz se vuelve todavía más plena. Se respira el latido de las mariposas que un día cosquillearon el corazón del último dinosaurio cuando murió de amor, enamorado de la Luna... Su cuerpo desaparació. Pero su amor todavía perdura en las mariposas que duermen y sueñan en el punto donde se besan las almas del mar y de la tierra, bajo la arena suave de esta playa del Rostro... Por un momento el cielo se llena de estrellas. Sin hacerse de noche. Es la belleza del imposible que se hace presencia palpable...
Seguimos caminando. Hórreos, flores, miradas, sonrisas... Finalmente un paseo de piedra, dibujado al borde de la playa, nos lleva hasta el restaurante "Tira do Cordel". Percebes, navajas, almejas, lubina, postre... vino... ¿Se puede pedir algo más? Un trozo de cielo ha caído suavemente sobre nuestras cabezas. Mientras comemos, contemplamos como el mar y la arena se abrazan en la playa de la Langosteira...
Sin prisas, con calma, volvemos de nuevo a caminar. Un cruceiro. El monumento a los emigrantes. El Puerto. Y la carretera que nos lleva hasta el faro. Todavía queda tiempo para encontrarse con más peregrinos. Juani de Segovia nos cuenta que el camino la ha transformado. Está como en una nube. Empezó en Saint Jean de Pied de Port, hace un mes. Ha vivido momentos inolvidables. Ha conocido a personas muy especiales. Ha venido sola al Camino, pero no se ha sentido sola en ningún momento. Y ha descubierto dentro de sí muchas fuerzas que ni siquiera imaginaba. Se siente una persona nueva y diferente. Después de este Camino nada volverá a ser igual... "Si tuviera que resumir el Camino en dos palabras diría que es Amor y Confianza".
Casi sin darnos cuentas llegamos al final, el cabo, el faro, el kilómetro cero del camino, el lugar para quemar nuestra vida vieja y para sembrar nuestra nueva vida...
Fotos. Abrazos. Sensación de plenitud.
Subimos a los autobuses. Va llegando la noche. Pero ... ¡Mañana será un nuevo día!!
En nuestro corazón llevamos el latido dulce y suave de FINIS TERRAE, ese lugar donde duermen eternamente las mariposas de los viejos dinosaurios enamorados.
(Juan, 11-06-2011)
"O que converte a vida nunha bendición non é facer o que nos gusta, senón que nos guste o que facemos" (GOETHE)
"No me resigno a que, cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido" (Pedro Arrupe)
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