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"... pero, en calquier caso, ¡el Camino de Santiago existe! y en él se encuentra la magia, el espíritu y la simiente de un mundo nuevo, más humano, mejor y diferente". (Juan)

El milagro de las botas

NUESTRO CAMINO

El 18 de agosto de 2001 tres amigos salimos de nuestras casas con dirección a Roncesvalles, para comenzar a recorrer el Camino de Santiago. No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. No sospechábamos ni de lejos la gran influencia que el Camino iba a tener en nuestras vidas. La idea era la de recorrer el Camino en cuatro años, caminando cada año una semana, para llegar a Santiago en el Año Santo de 2004. Era un proyecto a largo plazo. ¿Sería posible llegar a realizarlo? ...

De momento hemos llevado a cabo tres cuartas partes del proyecto. Y estamos totalmente alucinados de ver lo que el Camino ha supuesto en nuestras vidas. Voy a contaros algo (pero muy poquito) de cada uno de los años que llevamos peregrinando.

I.-AÑO 2001 (Roncesvalles-Logroño)

Salimos el 18 de agosto de 2001 de Ourense, en tren hacia Roncesvalles. Al llegar a Pamplona me dejé olvidado en el tren el mejor jersey que llevaba. Pero no sentí pena, sino alegría por tener un peso menos. Fue la primera señal de liberación.

Buscamos un bus para subir a Roncesvalles, pero a aquella hora de la tarde ya no salía ninguno. Tuvimos que coger un taxi. Yo tenía tan poca confianza en mi que le pedí en número de teléfono al taxista por si acaso al día siguiente me agotaba antes de llegar a la meta y le tenía que llamar para que me viniera a buscar.

Roncesvalles, 18 de agosto de 2001, por la tarde, cuando empieza a caer la niebla.

Llegamos a Roncesvalles hacia las seis de la tarde, con un sol radiante,.... pero en veinte minutos todo se llenó de niebla espesa y fría. Fuimos al albergue. No quedaba sitio. Pero nos dieron unas colchonetas para que nos acomodásemos en un pasillo, frente a una cabina de teléfonos. Pusimos el primer sello en la credencial. Asistimos a misa y recibimos la primera bendición del peregrino. Cenamos por mil pesetas. Sopa y trucha. Y a la "cama". La noche fue interminable: la luz de la cabina, la gente que pasaba para ir al baño, las goteras que caían del piso de arriba, el musulmán que se puso a hacer sus oraciones a la una de la mañana mirando hacia la Meca, el frío intenso, el agobio del saco, .... Cuando a las cinco de la mañana se levantó el primer peregrino y se puso las botas ... sentimos una tremenda liberación: ya podíamos dar por terminada aquella noche interminable. Nos levantamos, nos calzamos, y, sin haber dormido, sin ducharnos y sin desayunar .... empezamos a caminar siendo todavía de noche.

Poco a poco fue amaneciendo.Conocimos a los primeros peregrinos. Y empezamos a disfrutar de la belleza del paisaje y de los pueblos de Navarra. Cuando llegamos a Burguete estaba amaneciendo. La belleza del paisaje y de las casas, con sus ventanas, sus balcones, sus flores, .... y sol radiante que lo iluminaba todo desde un cielo azul, limpio y jubiloso, .... todo nos hizo sentir la fuerza de la vida dentro de nosotros. Empezabamos a sentir la magia del Camino.

Seguimos caminando y llegamos a Espinal, donde encontramos un bar abierto, y donde pudimos tomar nuestro primer desayuno. Un bocadillo de jamón y un vaso grande de café con leche. El cuerpo se nos llenó de renovadas energías. Seguimos. Alcanzamos Viscarret, y luego Linzoain, ... subimos el alto de Erro, y empezamos a notar el cansancio. Luego la larga bajada hacia Zubiri nos regaló los primeros dolores de rodillas. A la altura de Zubiri cruzamos el "puente de la Rabia", entramos en el pueblo, y buscamos urgentemente un bar para beber algo. El calo empezaba a deshidratarnos. Diez minutos después, con líquido repuesto, reiniciamos el camino.

Llegamos a Larrasoaña y disfrutamos profundamente de la primera ducha con agua caliente. Conocimos a Don Santiago Zubiri: un buen amigo de todos los peregrinos, que tiene dentro el espíritu del Camino, y que reparte comprensión, amor y sabiduría. Participamos en las primeras tertulias de peregrinos. Empezamos a sentir con fuerza en nuestro interior el espíritu del Camino. Y ya todo empiezó a ser diferente. Ya estabamos enganchados al Camino.

En Larrasoaña, esperando a Don Santiago Zubiri.

Al día siguiente sentimos las primeras agujetas en las piernas, nos nacieron las primeras ampollas en los pies, notamos ya en serio los primeros dolores de rodillas, ..... pero ya nada podía detenernos: teníamos una fuerza interior nueva que nos hacía caminar siempre hacia adelante, buscando el Oeste, rumbo a Compostela.

Después de caminar seis días llegamos a Logroño. Allí se nos acabó el tiempo de que disponíamos y tuvimos que coger el tren para Galicia. Pero con el firme propósito de volver al año siguiente. Ya estábamos enamorados del Camino.

Durante seis días vivimos intensamente con nosotros mismos y con los demás. Descubrimos muchos rincones que latían ocultos en nuestro interior. Y conocimos a muchos hombres y mujeres de muchos paises con los que compartimos la magia del Camino: Alfonso, Paola, Nina, Eva, Juan, Eveline, .... etc, etc, .... Todos nos enseñaron algo. Y Eva escribió un artículo que transcribo parcialmente a continuación.

"Un camino hacia tu interior: el Camino de Santiago

El 17 de agosto de 2001 comencé mi camino desde Saint Jean Pied de Port (Francia), a unos 800 km de distancia de Santiago .... Los primeros días por los lindes del sendero se podían encontrar zapatillas deportivas, pastillas de jabón, camisetas, etc, ... que los peregrinos novatos íbamos dejando, hasta aprender la primera lección del camino, totalmente aplicable a la vida cotidiana. El camino lo empiezas con una mochila enorme, llena de objetos que crees imprescindibles para vivir, y que a duras penas puedes llevar; poco a poco te vas despojando de tus miedos, tu conciencia se da cuenta de que transportas cosas inútiles y egoismos que hay que limpiar. Al fin te quedas con lo necesario para vivir y esto es una liberación para tu espalda y tu corazón.

El peregrinaje une a las personas en una misma condición, al margen del estatus social, raza o sexo. Hace del caminante personas especiales, ya que te planteas pensamientos que van cambiando sutilmente tu yo interior. En las tertulias de los albergues nos preguntábamos por qué elegimos el camino de Santiago, será la devoción, la cultura, el deporte, o quizá la fe, pero todos estábamos de acuerdo en que el camino es una etapa de transición, para comenzar algo nuevo en la vida, para pensar y definir el futuro.

Entre los caminantes se crea un vínculo muy especial de amistad, compañerismo, solidaridad y preocupación por el prójimo. Se aprende a tener un espíritu colectivo y una conexión profunda con tus compañeros. Ves como personas de los más diversos paises buscan lo mismo, ya sea viajando a pie, en bicicleta o a caballo, aunque los viajeros a pie tienen una comprensión mayor del camino.....

Poniendo atención de todas las personas que transitan por el camino puedes aprender algo ... de Alfonso aprendí que nunca hay que rendirse en la vida, pues él con 63 años venía desde Flandes, y en los tres meses que tardó en hacer su camino ni un sólo día se apagó el brillo de entusiasmo de sus ojos. ...

Quiero dar las gracias al camino por cada instante que anduve en él."

(Lo anterior es parte de un artículo escrito por la peregrina EVA VILLENA, y publicado en el número 7 de la revista TODO ELCHE). Si quieres ver una foto de algunos de los peregrinos que coincidimos en el camino de Santiago del año 2001 pincha aquí y espera con paciencia porque tarda un ratito.

En Cizur Menor.

II.-AÑO 2002 (Logroño-Frómista)

Salimos el 19 de agosto de 2002 de Logroño, empezando a caminar justo al bajar del tren, sin haber dormido nada. El primer día llegamos hasta Nájera. Conocimos a Leyre, a Marta, a Manoliño, a Miriam, a Paco, a Emilio José, a Amparo, a Isabel, ... y a muchos otros. Volvimos a sufrir ampollas, cansancio, calor, lluvia, .... Volvimos a disfrutar del hermoso descanso de las tardes. Y de nuevo sentimos en nuestra alma la inmensa felicidad del Camino. Vivimos intensamente cada minuto durante siete días. Y al final llegamos a Frómista, donde la belleza de la Iglesia de San Martín nos deslumbró. De nuevo se nos terminó el tiempo y tuvimos que coger el tren nuevamente hacia Galicia.

Ved a continuación algunas fotos del Camino de Santiago (año 2002)

Peregrinos en San Millán de la Cogolla

 

Después del café y antes de la subida a SAN JUAN DE ORTEGA

 

En Frómista. ¡Qué belleza tiene la Iglesia! Románico del mejorcito.

III.-AÑO 2003 (Frómista-Villafranca)

Salimos el 17 de agosto de 2003 de Frómista, después de dormir en el Albergue, enfrente de la Iglesia de San Martín. Otro año más volvimos a tropezarnos con la magia del Camino. Atravesamos las duras soledades de Palencia, caminando hacia lo más profundo de nosotros mismos. Volamos en profundo éxtasis contemplando las vidrieras de la Catedral de León. Gozamos de la belleza de Astorga, donde nos sentimos muy bien acogidos. Encontramos en Rabanal del Camino un lugar totalmente especial y diferente en el que es facil encontrarse con Dios. Y disfrutamos con las subidas y bajadas de las últimas etapas.

Pasamos calor, sed, dolor, .... Sentimos alegría, fe, amistad, .... Sufrimos cuanto tuvimos que decirle adios a una amiga que se tuvo que irse a casa porque una rodilla no le permitía caminar. Conocimos a Patricia, a Fidel, a Bea (y a los 17 de su grupo), a Wrenn, a Juan, a María, a Andrea, a Cristina, a Alicia, a Javi, a Ricardo, a Maria Angeles, a Pepa, ..... Vivimos y compartimos la magia del Camino.

El 25 de agosto llegamos a Villafranca del Bierzo. De nuevo buscamos un tren para volver a Galicia.

Ahora nos queda el último tramo. Confiamos en poder hacerlo. Pero en cualquier caso tenemos ya en nuestro interior más profundo el sello del Camino, y nuestra vida será para siempre diferente de cómo sería si no hubieramos hecho el Camino.

En cuanto pueda pondré aquí algunas fotos del año 2003 y algunos pensamientos de peregrinos que he ido coleccionando.

IV.-AÑOS 2003 y 2004 (Villafranca-Santiago de Compostela)

En noviembre del año 2003, fuimos un fin de semana al Camino. LLegamos en coche a Villafranca, aparcamos, cogimos las mochilas, y empezamos a caminar, buscando el cielo de O Cebreiro. Fue una etapa larga y dura, discurriendo entre pueblos, corredoiras, prados verdes y montañas impresionantes. Al final nos saludó la lluvia cuando ya nos faltaba poco para llegar al pueblo de O Cebreiro. Aquí hay algunas fotos. Y aquí se cuenta un poco la etapa.

Dormimos en el albergue de O Cebreiro. Y al día siguiente empezamos de noche, entre la niebla y la lluvia, el camino hacia Triacastela. Fue un suave, húmedo y hermoso paseo. Por el camino conocimos a tres chicas bascas encantadoras: Iziar, Karmele, y Susana. Caminamos, reimos, charlamos, comimos con ellas en Triacastela, ... y lo pasamos francamente bien. Había ambiente de sana alegría. Aquí hay más fotos. Y aquí la etapa.

Ya en el año 2004, no recuerdo muy bien si sería por el mes de febrero, volvimos al Camino un par de fines de semana. En el primero caminamos desde Triacastela a Barbadelo y desde Barbadelo a Gonzar. Conocimos a María. Ese fin de semana sufrí un montón. Lo pasé realmente mal. No por la dureza del Camino, sino porque no me encontraba bien. Pero luché, sufrí, y llegué a la meta. Valió la pena. Aquí hay fotos de los hermosos paisajes y lugares por los que pasamos. En el segundo fin de semana caminamos desde Gonzar a Melide y desde Melide a Pedrouzo (Arca). Se escuchaba ya el rumor de Santiago, que quedaba casi al alcance de la mano.

Ya sólo nos quedaba un día para llegar a Santiago. Pero queríamos hacerlo caminando los últimos 5 km con nuestras familias. Intentamos buscar un día para poder juntarnos todos. Pero cuando uno cuando otro ... siempre había alguien que no podía. Iban pasando los fines de semana y la cosa parecía complicarse. Por fin en junio fijamos un día: sería el 16 de agosto de 2004.

Y así fue. El 16 de agosto de 2004 nos levantamos a las 5 de la mañana. Cogimos los coches. Y alrededor de las 7 estábamos en Pedrouzo (Arca). Y venga a caminar. Mañana fresca y hermosa para andar. Era un ligero y rápido paseo. Casi sin mochilas. Parece que volábamos. Ya estábamos cerca del Monte del Gozo cuando el cielo se cubrió de repente. Se oscureció todo. Se rompieron las nuves .... y empezaron a caer enormes ríos de agua sobre nuestras cabezas. Era el diluvio universal. Llegamos como sopas al Monte del Gozo. Allí nos esperaban las familias. A nadie le asustó la lluvia. Seguimos todos hacia Santiago; empapándonos todos. A las 12 llegamos a la Catedral. Entramos en la misa del Peregrino. La catedral estaba abarrotada. El botafumeiros no funcionó porque estaba en "obras". Pero no importó. Hicimos cola de una hora para recibir la Compostela. No hicimos la cola de la Puerta Santa porque era demasiado larga. Fuimos a comer a Arca. Y fin del Camino. Me quedó una sensación agridulce: bien por haber llegado a la meta. Pero parece como si necesitara seguir caminando. Realmente necesito seguir caminando. Y creo que seré ya para siempre un peregrino.

Aquí hay algunas fotos de la (de momento) última etapa.

Y esto es, evidentemente, la Plaza del Obradoiro, y la fachada de la Catedral de Santiago de Compostela.

 

ENLACES: si alguien tiene (o conoce) alguna página sobre el Camino de Santiago y quiere que le ponga aquí un enlace que me lo diga en este email: a@galicias.com

 

pie camino santiago Hola Amig@... déjate acariciar por la magia del Camino...

"I came to find God in me. And now I find Him everywhere. I have to bring this back to my daily life, where I actually live now. "Cami" means "God" in Japanese" (Wrenn)

"Caminar es besar la tierra con los pies" (Juan)

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