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"... pero, en calquier caso, ¡el Camino de Santiago existe! y en él se encuentra la magia, el espíritu y la simiente de un mundo nuevo, más humano, mejor y diferente". (Juan)
Camino de Santiago. Camino
de San Salvador. De León a Oviedo. Juan 06/08/2013 |
(EN CONSTRUCCIÓN)
CAMINO DE SAN SALVADOR (o CAMINO DEL SALVADOR): DE LEÓN a OVIEDO
(Unos 122 kilómetros)
ENNADAMIENTO:
Tienes que aprender a ENNADARTE.
Y eso significa despertar por la mañana, cerrar los ojos, dar gracias
por que estás vivo, sentirte genial por estar bien de salud...
y al momento poner todos tus contadores a cero: cero deseos, cero espectativas,
cero pensamientos, etc...
Y a partir de ahí que todo lo que llegue ese día te sorprenda,
y que vivas todo lo que recibas ese día como un maravilloso regalo...
06 de agosto de 2013: León - Cabanillas
(Alrededor de 18 km)
"Quien
va a Santiago
y no va al Salvador
visita al criado
y olvida al Señor"
"LA BELLEZA ESTÁ EN EL INTERIOR"
6 de Agosto de 2013.
Cero horas. Las esquinas, los silencios y las sombras huelen a soledad. Las dudas bailan y dibujan en el aire un sueño poblado de monstruos, oscuro y absurdo.
La carne protesta y se revela. Y en el alma se clavan las preguntas.
Son los momentos oscuros. Es el tiempo del dolor que precede al ennadamiento.
Y tiembla, desnuda, entre mis raíces, la pregunta primera, aquella que se hizo Dios al crear el mundo: "¿Tiene sentido este parto?"
Y por mi cabeza pasa también la pregunta que se hizo Adán al ser expulsado del Paraíso: "¿Por qué he ido tan lejos si el cielo estaba a menos de un metro de mi?"
Después de millones de años los humanos seguimos corriendo, sin darnos cuenta de que no hace falta ir lejos, pues el cielo está siempre a menos de un metro...
Siento los suaves pasos de la luna sobre mi cabeza y se me estremece la carne con el deseo, mientras un rayo de vida fresca entra en la oscura celda de mi alma.
Cierro los ojos. No hay camino. Todo es niebla. Inventaremos la senda.
Cada vez es más fuerte el olor de la nada que precede siempre al nacimiento.
Sé que me duele algo, pero no se si lo que me pesa son las palomas o es el viento.
Siete horas. Suena el despertador. Y el absurdo grita: "¡Estoy aquí!". Tengo sueño...
Hablando en prosa: podría pasarme los próximos once días en la playa, tranquilo, relajado, descansando, tumbado a la bartola... ¿Qué sentido tiene que me vaya al Camino, a madrugar, a pasar hambre y sed, a maldormir, y a subir y bajar monañas solitarias y ásperas con la pesada mochila sobre mis espaldas?
A las 8:02 sale el tren desde O Carballiño y llega a Ourense a las 8:26. Casi una hora más tarde, a las 9:25, sale un tren Alvia con destino a León. Llega a las 13:07. Ignacio y yo bajamos del tren. Y nos encontramos perdidos en una gran ciudad. Con las mochilas a cuestas. Y con las almas inquietas, deseando entrar ya en el Camino... Pero nos hemos olvidado algo esencial: la Credencial. Es lo primero que tenemos que conseguir. Dice la guía que la venden en el Albergue de LAS CARBAJALAS. Allá nos vamos, caminando. Nos dicen que no las hay, que se han agotado... No puede ser... Es hora de comer. Allí mismo hay un bar donde nos ofrecen un menú de peregrino. Hay bullicio, ruído, y multitud de peregrinos que huelen a Camino Francés...
Al terminar de comer volvemos a preguntar por las credenciales... Y como es lógico... ¡se ha producido el milagro!... Han aparecido algunas... Y nos dan un par de credenciales propias y específicas del Camino de San Salvador... Es una buena manera de empezar con buen pie este nuevo Camino...
Sin más trámites empezamos a andar. Buscamos el Hostal San Marcos, pues sabemos que por allí pasa nuestro Camino. Y efectivamente allí encontramos nuestra primera señal. Nos gustan estas señales. Son bonitas y acogedoras.
León es una ciudad hermosa, cargada de historia y de recuerdos. Y esta tarde se percibe en ella un suave olor a belleza. En las calles resuena como un eco un latido de luz y de magia.
Una legua de camino nos conduce al primer pueblo, que como es lógico, se llama CARBAJAL DE LA LEGUA..., pues está a una légua de León... y allí habría, probablemente, un robledal, una "carballeira"... Esto último ya es de mi cosecha...
En Carbajal de la Legua buscamos un bar para tomar algo. Pedimos un bocadillo... pero no puede ser... al parecer "no se pueden hacer bocadillos sin autorización del jefe"... Pero sí podemos beber algo... y tomar tres pinchos cada uno... Le pido a la chica del bar que me venda una botella de plástico de medio litro... de lo que ella quiera... pues el contenido me da igual... lo que me importa es la botella... pues la quiero para luego ir rellenándola de agua a lo largo del Camino... Ella me mira con cara rara... No tiene botellas de plástico de medio litro... Al final encuentra una botella de limonada que es de plástico pero de un litro... Bien. Pues me vale. De un litro también me vale. Me la quedo... Voy a hartarme de beber limonada...
Seguimos rumbo a Cabanillas. Empiezan las subidas y bajadas. Son cortas, pero alguna de ellas es empinada... Son ya las ocho de la noche cuando llegamos a Cabanillas. Hay albergue. Pero solo tiene cuatro camas... y por la mañana han llamado cuatro peregrinos para reservar plaza... ¿Solución? Dormir en el suelo... Pero no llevamos esterillas... ¿Y para cenar? En Cabanillas no hay bar ni tienda... ni lugar alguno donde se pueda comprar comida... El pueblo más cercano está a tres kilómetros... que andando son 6, tres de ida y tres de vuelta...
Hace una buena tarde. Agradable temperatura. Empezamos a conversar con la gente en la calle. A dos chicas les decimos si pueden hacernos el favor de vendernos un par de bocadillos para cenar... Ellas ponen cara de incredulidad... "¿Lo dices en serio?". "Sí. No tenemos comida, ni hay donde comprarla. Nos gustaría cenar algo para poder dormir con el estómago de buen humor"... "Vale, pues esperadme aquí", dice una. Y se va a su casa. Al cabo de un buen rato vuelve con dos bocadillos de tortilla de chorizo y cuatro claudias... todo metido dentro de una bolsa que por fuera dice: "LA BELLEZA ESTÁ EN EL INTERIOR"... Y la hermosa doncella que nos ofrece todo esto se llama ¡Lucía!... Es la primera luz de nuestro Camino, que nos alumbra al final del primer día. ¡Genial!...
Intentamos que nos cobre algo por los bocadillos, pero no hay manera. Generosidad. Don. Regalo. Solidaridad. Hospitalidad. ¡Así es el Camino!
Volvamos al albergue. Cuatro camas en dos literas. Con sábanas, mantas, toallas... Nuevo y confortable. Todo un lujo... Y al final resulta que en lugar de venir cuatro peregrinos solo aparece uno... David... Con lo cual resulta que en total solo estamos tres peregrinos y podemos dormir todos tranquilamente en las literas...
Todo se resuelve felizmente en Cabanillas: tenemos colchón para dormir... y la hospitalidad y generosidad de una vecina nos regala una deliciosa cena... Por cierto: los bocadillos están deliciosos...
Es una manera muy bonita de empezar el Camino: pidiendo, recibiendo, aceptando y agradeciendo la hospitalidad de la gente. Gracias Lucía por tu generosidad. Y gracias por recordarnos que LA BELLEZA ESTÁ EN EL INTERIOR.
Huele a luz.
Por cierto, hay algunas coincidencias curiosas: Estamos empezando el Camino de San Salvador... Es seis de agosto, día de San Salvador... y el patrón de Cabanillas, el pueblo donde dormimos, es San Salvador...
Venimos de Carballiño, donde tenemos la Iglesia de la Veracruz... y en Cabanillas hay una COFRADÍA DE LA VERA CRUZ... fundada hace 400 años...
Son muchas coincidencias. ¿Magia o azar?
07 de agosto de 2013: Cabanillas - Poladura de la Tercia
(Alrededor de 33 km)
"En las Forcadas de San Antón se siente el beso de la soledad".
7 de Agosto. Nos levantamos tempranito. Y nos ponemos a andar. El rumor del Bernesga nos acompaña a nuestra izquierda. Vamos caminando, río arriba. Pasamos enfrente del pueblo de La Seca. Y seguimos.
Veo un campo de trigo a la derecha del Camino; le hago una foto con el móbil y se la envio a Marta; ella, hace más de diez años, peregrinando por los campos de Castilla, por el Camino Francés, me enseñó que cuando conoces a alguien, y cuando te haces su amigo, "te domestica", y aunque luego se vaya... ya nada es igual... pues "cambia el color del trigo", tal como dice EL PRINCIPITO en uno de sus memorables capítulos. Un capítulo que Marta en su día copió entero con letra manuscrita en un cuaderno que luego me envió por correo postal... Nada más recibir la foto, Marta me contestó con un mensaje: "Me has alegrado el día". Y eso fue todo. Es posible que ahora tardemos meses o años en volver a escribirnos. Pero aún así sabremos que ha cambiado para siempre el "color del trigo".
Un poco después llegamos a Cascantes, un pueblo acogedor, atravesado por el Camino. Ignacio conversa con un lugareño durante un rato. Hablan, quizás, del campo y de las cosechas...
Nos sentamos en un banco, delante de una casa, y comemos un par de nueces. Y seguimos caminando. Llegamos a la Ermita de la Celada, situada muy cerca de una central Térmica. El lugar resulta un tanto extraño por la contraposición entre ambos elementos...
Y ya llegamos a la Robla. A la entrada, en un muro, hay una pintada que dice: "¿Qué pasa con el Carbón? NO AL FIN DE LA MINA".
Y en el mismo edificio del ayuntamiento, en uno de sus balcones, hay una enorme pancarta que dice: "¡NO AL FIN DE LA MINERÍA! AYUNTAMIENTO DE LA ROBLA. LEON". Está claro que aquí lo que preocupa es la crisis de la industria minera; y el paro.
En la plaza buscamos un bar para desayunar. Nos atiende una chica muy agradable, que nos prepara unos estupendos bocadillos. Al terminar voy a la oficina de correos, pido una caja, y saco de mi mochila algunas cosas que no necesito y las empaqueto y me las mando para casa... En total me quito un kilo y setecientos gramos de peso. Me parece increible que a estas alturas, y después de trece años de ir al Camino, me vuelva a pasar esto que solo me había pasado el primer año, cuando al llegar a Pamplona mandé para casa la mitad de mi mochila... ¿Por qué he vuelto a caer en el mismo error este año? Quizás porque hice la mochila a toda prisa y sin pensar...
Seguimos caminando a buen ritmo. Pasamos por Puente de Alba, por Peredilla, por la hermosa Ermita del Buen Suceso, y por Nocedo de Gordón... y llegamos a Pola de Gordón al mediodía. Aquí buscamos un lugar para comer. Un vecino nos recomienda uno, cuyo nombre recuerdo pero no quiero nombrar. Nos sentamos y pedimos el menú. Como el primer plato, pero el segundo ya ni me atrevo a probarlo... Unos calamares muy antiguos que tienen una pinta espantosa... Secos, duros y negruzcos... Solo verlos echan para atrás. Quizás es la vez que peor como en el Camino. No hay nadie más que nosotros en todo el comedor. No me extraña.
Tras el frugal e incómodo almuerzo seguimos caminando. Pasamos Beberino y nos encaminamos a La Buiza. Este podría ser nuestro final de etapa. Pero nos encontramos con fuerzas para seguir. Y la verdad es que hasta aquí la etapa pocas cosas bonitas ha tenido... Seguimos... Tengo la sensación de que la belleza nos llama y nos atrae hacia adelante...
Y ahora viene lo bueno. Hay dos opciones. La facil, que descartamos, y la de alta montaña, que elegimos... En medio de la tarde, y con un sol suave acariándonos, nos enfrentamos a la tremenda subida de las FORCADAS DE SAN ANTÓN. Antológica. Maravillosa. Empieza el olor de alta montaña. Vegetación. Brezo y roca. Arriba, tras las cimas de las montañas, se debate una tremenda tormenta, que, de momento, se mantiene alejada y no va con nosotros. Una buena señalización y un camino rudo nos conducen hasta la cima... Magníficas vistas... Nos sentimos llenos de vida y de energía...
Y a continuación empezamos alegres la bajada. Llevamos ya un montón de horas caminando, pero aún así vamos casi corriendo. Nos sentimos contentos y ligeros. Tras un buen rato de bajada, el camino entra en un desfiladero... y empieza a llover... La tormenta se acerca.. Y el cielo se va cerrando cada vez más. Rayos. Truenos. Viento. Y lluvia cada vez más fuerte. Los chubasqueros no impiden que el agua se nos cuele hasta los huesos... Las móntañas son majestuosas en medio de la tormenta. Nace el vértigo. Apoteosis de soledad. En un campo hay un rebaño de vacas, paciendo bajo la lluvia... Dos enormes perros vienen corriendo hacia nosotros, ladrando enfurecidos... Esto es todavía peor que la tormenta... Les hablamos e intentamos calmarlos... Al final se frenan a escasos metros de nosotros... Su mirada atemoriza... No tenemos nada con qué defendernos... No se ve en todos los alrededores ni una casa ni un alma...
Pero por fortuna los perros no nos atacan. Seguimos caminando mirándolos de reojo. Y ellos, al cabo de un rato, se vuelven hacia su rebaño... En ese momento se forma en el cielo un precioso arcoiris. Es como el sello de la paz.
Seguimos caminando ya sin preocuparnos de si la lluvia nos moja por dentro o por fuera. Y nuetros mojados pasos nos llevan a Poladura de la Tercia, donde un folio pegado en la pared nos da la bienvenida con estas palabras: "Bienvenido peregrino al humilde albergue de Poladura..." Y es cierto, el albergue es humilde... Entramos. En la planta baja hay una sala bastante desangelada. Hay ropa tendida. Y se oyen voces en la planta de arriba. ¡Hay peregrinos! Eso es una gran alegría tras dos días de soledad. Subimos. Hay unos nueve peregrinos. ¡Un montón de gente! Todas las literas están ocupadas. En un sofá está sentada una chica con unos ojos preciosos. Tras la tremenda tormenta y en medio de aquel albergue tan humilde su rostro más parece de diosa que de peregrina. Nos mira. Nos saluda. "Tienes unos ojos preciosos. Mañana tengo que hacerte una foto", le digo...
Nos sacamos la ropa mojada que llevamos encima. Nos vestimos algo seco. Y nos ponemos las chanclas. No vale la pena lavar nada, porque con este día es imposible que se seque. Todavía no tenemos donde dormir, ni donde cenar... pero nuestro principal problema es cómo conseguir que las zapatillas se nos sequen un poco para poder caminar mañana sin llevar los pies empapados... Rebuscamos en la basura tratando de encontrar papeles de periódico... En este lugar y en este momento el oro no es el dinero ni el petroleo... sino los periódicos viejos... Llenar las zapatillas de papeles de periódico es la mejor manera de lograr que se sequen un poco...
Más tarde viene el encargado del albergue. Nos ofrece la opción de dormir en el suelo, sobre unas colchonetas viejas... Podría ser una opción... Pero detrás de nosotros han llegado otras dos peregrinas con dos perros que tampoco tienen sitio... Nos dicen que al lado hay una "casa rural" llamada POSADA EL EMBRUJO, que está medio cerrada... Vamos hasta allí. De casualidad nos encontramos a la dueña que está saliendo de la casa para ir a un pueblo cercano a un concierto de música medieval... Le sonreimos, le miramos con todo el cariño del mundo, le contamos brevemente nuestra situación, y le pedimos que nos aloje en su casa... Está claro que se establecen lazos de empatía entre nosotros y ella... Y se deja convencer. Nos alquila una habitación con dos camas. E incluso se ofrece a traernos cuando vuelva del concierto un par de bocadillos para que cenemos... Ya tenemos la vida resuelta por hoy...
Por cierto, si en Cabanillas, en nuestra primera noche, nos encontramos con la COFRADÍA DE LA VERACRUZ... Aquí, en Poladura de la Tercia, nos encontramos con que su patrón es SAN CIPRIANO, igual que en O CARBALLIÑO, el pueblo donde vivimos... Seguimos cosechando fantásticas coincidencias...
La etapa de hoy tiene dos partes totalmente diferentes: hasta Buiza es normal, sosa y aburrida...; y desde Buiza hasta Poladura es épica, espectacular e inolvidable... por las montañas, por los paisajes, por la tormenta, por el ataque de los perros... y por los colores de los arcoiris y de los ojos de la doncella...
El alto de las Forcadas de San Antón supone el primer encuentro serio con el silencio y la soledad.
"En las Forcadas de San Antón se siente el beso de la soledad".
08 de agosto de 2013: Poladura de la Tercia - Pajares
(Alrededor de 15 km)
"Yo creo en la belleza de las cosas pequeñas"
8 de Agosto. Poladura de la Tercia está en medio de la sierra, a más de mil doscientos metros de altura. Pero aún así, a la salida del pueblo, nos toca seguir subiendo. Está naciendo el sol cuando afrontamos el ascenso al CANTO LA TUSA (a más de 1500 metros de altitud), que es el pico más alto de todo el CAMINO DE SAN SALVADOR. En mitad de la montaña, sobre un alto poste de madera, hay una Cruz: es la CRUZ DEL SALVADOR.
Hay una bonita novela, escrita por Juan Valcarcel, pintor nacido en Tui y residente en Xurenzás (Boborás, Ourense), que se titula LA CRUZ DEL SALVADOR. En esta entretenida novela diversos personajes luchan de diferentes maneras por poseer la Cruz del Salvador, una reliquia con importantes poderes curativos... Pero en la novela la reliquia se pierde y termina el relato sin que se vuelva a encontrar... Para un peregrino que ha leído la novela es curiso encontrarse en medio de estas montañas inhóspitas pero hermosas, una Cruz del Salvador... Claro que esta no es la que busca Valcarcel en su novela... pero es curiosa la enorme coincidencia entre esta región por la que estamos peregrinando, y la comarca de Carballiño en la que vivimos: en ambas encontramos la VERACRUZ, el patrón SAN CIPRIANO... y ahora LA CRUZ DEL SALVADOR...
Después de subir el Canto la Tusa, toca bajar. Allí nos encontramos a tres peregrinas polacas que bajan despacito. Nosotros bajamos casi corriendo. Tan corriendo que nos despistamos, no vemos una señal, y nos perdemos... Cuando de pronto llegamos a un pueblo y nos dicen que se llama BUSDONGO... miramos nuestros mapas... y al darnos cuenta de que nos hemos perdido y de que hemos dado una gran vuelta innecesaria, nos arrepentimos de haber corrido tanto...
Desde Busdongo vamos hasta Arbás del Puerto por carretera. Unos estúpidos kilómetros de carretera son el castigo que recibimos por haber corrido tanto. La hermosura de la Colegiata de Santa María de Arbás nos reconforta. Aunque, por desgracia, está cerrada a cal y canto. Esto supone una pequeña contrariedad, sobre todo para Ignacio, pues tenía la ilusión de poner en nuestras credenciales el sello que aquí se encuentra, que según cuentan es el más antiguo de todos los Caminos de Santiago...
Dejamos la Colegiata y subimos el puerto de Pajares... y luego lo bajamos, que es lo verdaderamente emocionante. La bajada puede hacerse por carretera, arriesgando la vida en el asfalto, o por un camino de cabras, que baja a veces casi en vertical, haciendo curvas por el medio del monte... Esta es lógicamente nuestra opción. Más larga y costosa. Pero infinitamente más hermosa. Y así llegamos a Pajares, donde nos esperan algunas sorpresas.
El albergue está muy bien. Limpio y acogedor. Somos los primeros peregrinos en llegar. Pero estamos convencidos de que vendrán más, pues casi todos los de Poladura pensaba venir a hacer noche aquí, en Pajares...
Lavamos la ropa, la tendemos... Hace sol. Ponemos las zapatillas a secar. Es hermoso poder hacerlo... Y nos vamos a comer. Solo hay un bar en el pueblo... Pero es suficiente. BAR CASA CORTINA. Allí Yoly nos regala una enorme sonrisa y nos prepara una comida fantástica. Ayer tomé la peor comida de toda mi historia de peregrino y hoy tomo la mejor. ¡Qué gozada! ¡Gracias Yoly!.
Pajares es un lugar pequeño y hermoso. Pasamos la tarde conversando con otros peregrinos que van llegando poco a poco. Según lo prometido le hago una foto a la chica de los ojos lindos. ¿Son los ojos o es el alma que asoma en su mirada? ¿Quizás ambas cosas? Se está muy bien en este lugar.
Cuando ya va vencida la tarde llegan dos peregrinos que vienen desde muy lejos: Son Rafa y Alejandro, dos chicos que han venido hoy desde la Robla hasta aquí, haciendo una etapa enorme... Llegan hechos polvo.
A la noche hay un bonito grupo en el albergue: Hector, Carmen, Paco, Rafa, Aída, Alejandro, las tres polacas (Ursula, Dorota y la tercera de cuyo nombre no me acuerdo), el francés, Ignacio y yo. Fuera del albergue quedan las dos chicas que van con los perros, pero estas merecen un comentario aparte.
Una es de Sevilla, la otra de Valencia. Una se llama Rocío. La otra Maite. Una estudió Bellas Artes, la otra fotografía. Artístas ambas. Conocedoras y amantes de la belleza y de la estética. Y las dos van acompañadas de sus perros. Dos pequeños y lindos cachorros... Peregrinar no es facil. Hacerlo por el Camino de San Salvador menos. Y hacerlo con perros es más dificil todavía... En Pajares la norma es que los perros no pueden dormir en el albergue. Marisa, la hospitalera, les ofrece la posibilidad de que los perros duerman fuera, debajo de la escalera. Pero las chicas no quieren separarse de ellos. ¡Son tan jovencitos!... Si les dejan solos sentirán frío y soledad, sufrirán y llorarán... NO.
En Pajares no hay ningún hotel, ni hostal, ni nada que se le parezca. ¿Solución? No parece fácil encontrarla. Una buena idea es ir a hablar con Yoly, la chica del bar, que es muy maja, a ver si a ella se le ocurre algo... El marido de Yoly tiene una cuadra donde guarda el ganado. Ahora las vacas están arriba, en la sierra, y la cuadra está vacía... Se la ofrece para que los perros duerman allí... Pueden dejar allí los perros y ellas irse a dormir al albergue. Pero las chicas no quieren separarse de sus amigos... No quieren dejarlos solos... Encima de la cuadra hay un pajar... Si el dueño les deja ellas dormirán en el pajar y los perros abajo, en la cuadra... Y así se hace. Supongo que para ellas será una experiencia inolvidable... El Camino está lleno de sorpresas...
La hospitalera de Pajares se llama Marisa, y es una mujer que entiende, cuida y mima a los peregrinos. Ama el Camino y se le nota. Y se da la coincidencia de que nació el mismo día y el mismo año que yo... Seguimos con las coincidencias...
Al terminar el día escribo en mi cuaderno:
"Pajares es un lugar que acoge con cariño al peregrino. El albergue está nuevo, limpio y bien pensado. Marisa lo aatiende como verdadera hospitalera. Y en el pueblo hay un bar que cierra los martes, pero que todos los demás días da una rica comida y una estupenda cena al peregrino, por un módico precio de diez euros cada comida. Yoly es también muy atenta y comprensiva con los peregrinos. Ella es la que regenta el bar. Y los martes, cuando el bar está cerrado, Marisa, la hospitalera, le hace la comida a los peregrinos. Todo está pensado para que nadie se sienta desprotegido y para que todo el mundo pueda encontrar hospitalidad".
Y en el libro del albergue leo una frase que alguien escribió hace más de un año, pero que me hace sonreir:
"Hay una joven, mitad diosa mitad peregrina, que tiene unos ojos absolutamente divinos y que quizás sea un sueño; no se si será verdad o si será una simple imaginación".
09 de agosto de 2013: Pajares - Pola de Lena
(Alrededor de 24 km)
"Mucha gente no conoce los árboles del bosque, pero todo el mundo conoce los cerezos cuando tienen fruto"
"Nada es nuestro, todo es un regalo"
"Desde Buiza hasta Campomanes el Camino es una fantástica sinfonía de belleza".
9 de Agosto. De Pajares bajamos a San Miguel, casi en vertical... Seguimos luego por una hermosa senda que nos lleva a Llanos de Somerón. En el camino nos encontramos a las Polacas que se han parado para comer cerezas silvestres. Son pequeñas pero están ricas. Muy dulces. Seguimos caminando hasta el Puente de los Fierros. Y aquí tenemos dos opciones: podemos seguir por una variante junto a la carretera nacional... o podemos internarnos en un camino que arranca hacia la izquierda y que se pierde en el bosque y en la montaña. Esta segunda ruta supone subir y bajar y andar un kilómetro más... pero a cambio regala una mayor belleza... Como de costumbre optamos por la tierra y la belleza, huyendo siempre del ruido de los coches, del asfalto y de la carretera... Y la verdad es que acertamos, pues es maravilloso el camino que nos lleva hasta Campomanes... En medio nos encontramos un pueblo hermoso, de nombre Herías...
En
mi cuaderno anoto lo siguiente:
"A veces se plantea el dilema de escoger
entre la carretera y el camino. La carretera siempre te lleva a alguna parte.
El camino no importa a donde te lleve, porque el camno es para disfrutarlo
mientras andas".
"No importa a donde vas, lo importante es cómo eres mientras caminas".
"Nada es nuestro, todo es un regalo".
"La edad te da libertad"
"A veces corremos mucho y nos olvidamos de que en ocasiones la felicidad está detrás de nosotros... y al correr nos estamos alejando de ella".
"Buscamos labios lejanos y no saboreamos los besos que tenemos a nuestro lado".
"Desde Buiza hasta Campomanes el Camino es una fantástica sinfonía de belleza"
Desde Buiza a Campomanes hemos recorrido uno de los tramos más difíciles y más bellos de todos los Caminos de Santiago... Muchas veces la dificultad y la belleza van unidas... Recordando aquel viejo refrán gallego que dice: "A leña boa está onde non entra o carro".
En cambio el tramo entre Campomanes y Pola de Lena es un trámite que intentamos salvar caminando lo más a prisa posible, por un paseo llano y monótono, cercano al río.
Pola de Lena es ya un pueblo grande y bullicioso, muy diferente de la paz y de la soledad rústica y bucólica que se respiraba en Pajares. Nos dan las llaves del albergue en el ayuntamiento, donde nos atiende una señora muy amable y cariñosa.
Después de comer cogemos un taxi y nos vamos a visitar la iglesia de Santa Cristina de Lena, una joya del arte prerrománico asturiano, construida a mediados del siglo IX. Viene con nosotros Úrsula, una de las polacas. Hace una tarde hermosa.
Luego toca tarde de paseo por la villa, y cena en la que casualmente coincidimos con las tres polacas, en la terraza de un bar... Inglés y castellano se entremezcan en unos momentos agradables.
Volvemos al albergue, donde todavía me espera un muy agradable rato de conversación con Aïda.
10 de agosto de 2013: Pola de Lena- Oviedo
(Alrededor de 32 km)
"No debo llorar por haber perdido lo que no era mío"
"Es más facil vivir sin enamorarse... pero... ¿eso es vivir?"
10 de Agosto. Oviedo va a ser el fin de un camino y el comienzo de otro. El grupito de peregrinos que poco a poco se ha ido formando se va a deshacer en Oviedo: una de las polacas se vuelve para su casa, las otras dos siguen hacia Gijón, buscando el Camino de la Costa. Hector y Carmen se quedan en Oviedo unos días. Aída se vuelve para su casa. Alejandro también se va. Paco se queda en Oviedo. El francés es un hombre misterioso cuyo destino desconocemos... Rafa, Ignacio y yo empezaremos un nuevo Camino: el Primitvo...
Lo sabemos. Y por eso Pola de Lena huele ya muy intensamente a despedida, a abrazo y a adiós... Son momentos para mirarse a los ojos, para sonreir por habernos conocido, y para darse un abrazo lento, suave, sincero y agradecido... Un abrazo de hermanos... Un abrazo cordial entre corazones de peregrinos...
Luego, la etapa hasta Oviedo, no tiene apenas gracia. Es dura y más bien feucha. Con bastante asfalto y calor.
Es sábado. Poco después de amanecer, a la izquierda del camino, vemos a un hombre mayor trabajando en una huerta. Y el peregrino se pregunta: "¿Cuántos políticos estarán trabajando hoy a estas horas, en este amanecer de este sábado de agosto?"... Son estos, los campesinos y los obreros, los que trabajan con sus manos de sol a sol, los que no especulan en bolsa, ni viven del cuento ni de la palabrería vana, son estos, los que no venden humo, son estos los que de verdad están salvando este nuestro país... Y es que a pesar de todos lso escándalos... si España no se hunde... es porque hay mucha gente anónima que trabaja en silencio, pacientemente, sacrificadamente, para poder ganarse el pan...
En mi cuaderno escribo:
"Conviene saber ver todas las señales, incluso las que están borrosas"
"Llevo en el alma marcada la huella del suave y profundo sabor de un abrazo"
"Una vez mas nace, late y se desnuda el sonido del adios"
"En la etapa de hoy las fuentes no tienen agua: aquí llegaron los recortes"
"Es más facil vivir sin enamorarse... pero... ¿eso es vivir?"
"A veces están muy cerca ... la belleza y la locura"
"Y el fresno para mi siempre ha sido un arbol diferente desde aquella tarde de hace más de diez años en la que su sombra acarició nuestro conversación"
Le preguntamos a un señor cuanto falta para llegar a Oviedo. Nos dice que "una horina"... pero luego comprobamos que las "horinas" de Asturias son inmensas... Supongo que será porque beben mucha sidra.
Entre reflexiones diversas ... los pasos nos conducen hasta Oviedo... Allí nos reciben con música: bandas y grupos folcloricos salen a nuestro encuentro y nos acompañan por las calles hacia la Catedral... Aquí nos dan la SALVADORANA... nos invitan a visitar gratuitamente la CAMARA SANTA, donde se guardan importantes reliquias... Aquí radica el origen histórico de nuestro Camino... pues recordemos que el CAMINO DE SAN SALVADOR nació porque algunos peregrinos del Camino Francés querían desviarse para ir a Oviedo a visitar las reliquias que había en la CAMARA SANTA en la CATEDRAL DE SAN SALVADOR... Recordemos que el SALVADOR no es otro que el mismo JESUCRISTO... y que de ahí viene el viejo dicho:
"Quien
va a Santiago
y no va al Salvador
visita al criado
y olvida al Señor"
Dormimos en el albergue de Oviedo y al día siguiente, once de agosto, empezamos nuestra andadura por el CAMINO PRIMITIVO. Pero esa es ya otra historia...
"Cada día empieza un nuevo Camino. Cada día comienza de nuevo la vida".
"I came to find God in me. And now I find Him everywhere. I have to bring this back to my daily life, where I actually live now. "Cami" means "God" in Japanese" (Wrenn)
"Caminar es besar la tierra con los pies" (Juan)
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