galicias >> Camino de Santiago

"... pero, en calquier caso, ¡el Camino de Santiago existe! y en él se encuentra la magia, el espíritu y la simiente de un mundo nuevo, más humano, mejor y diferente". (Juan)

     Tiebas es uno de los lugares llenos de magia que uno se encuentra en el Camino Aragonés... Tiene un castillo del siglo XIII, totalmente en ruinas...

     El trece de agosto de 2012, cuatro peregrinos, llegamos a Tiebas. ¡Tiebas!... Un pueblo lleno de magia. Un nombre que suena a misterio... Nos reciben las ruinas de su viejo castillo. En cuanto las veo siento que me atraen fuertemente. Me paro. Las miro. Giro mis pies hacia la derecha... y me dejo llevar por la fuerza que me arrastra hacia las ruinas... Entro dentro... Veo como en el suelo se abre una puerta y ante mi aparecen unas escaleras que descienden... Abajo suena la música... Me asomo. Me quito la mochila y la dejo en el suelo. Y entro. Me dejo llevar... Se cierra la puerta. Estoy en otro mundo. Hay una fiesta. Hombres elegantes. Mujeres jóvenes, vestidas de seda, con trajes finos, suaves, ligeros... que descienden hasta sus pies descalzos... Todos bailan al son de una música que huele a agua, a luz, a vida y a libertad... Cierro los ojos un momento. Siento como la música me inunda por dentro... Mis células bailan y se ríen, mirándose con ternura unas a otras... Siento como la tierra del suelo acaricia mis pies descalzos... Y todo mi cuerpo vuela, ligero, fuera del espacio y del tiempo... Abro los ojos. Y me encuentro otros ojos. Nace una mirada. En el aire una mano invisible escribe con luz unos versos, un poema... Por una ventana entra la luna. Me sonríe. Se me acerca. Me roza la piel con sus dedos suaves. Me estremezco.... Cierro de nuevo mis ojos. Y la luna me lleva con ella, volando, al universo. Siento como en su regazo me acunan las estrellas...

     Varios milenos después abro de nuevo mis ojos. Veo la escalera. Subo. Se abre de nuevo la puerta. Y salgo al exterior. Me doy cuenta de que en una mano llevo un libro antiguo. No sé de dónde ha salido. Cojo la mochila. Lo meto dentro. Y sigo caminando. Delante de la puerta del albergue me encuentro a mis compañeros peregrinos. ¿Dónde te has quedado?, me preguntan. Y yo les respondo: Me acerqué a las ruinas y me caí en un cuento...

     Pues bien... ese libro antiguo que de un modo misterioso vino a parar a mi mano mientras me encontraba dentro de las ruinas del Castillo de Tiebas contiene varias historias. Al principio del libro hay una carta manuscrita en la que se me autoiza para que publique esas historias en mi web del Camino... Esta es la primera:

Fuyumi: Invierno bonito

     Suena la alarma del móvil. Son las 6:15 de la mañana. Javier y sus dos amigos Carlos y Ángel se levantan, se lavan la cara y las manos, se visten, se calzan las botas... A las 6:30 el encargado del albergue les sirve el desayuno. Están solo ellos tres y un canadiense. Los demás peregrinos se han ido ya hace rato. Algunos llevan ya más de dos horas caminando. Es agosto. Estamos en Extremadura. Hay que madrugar para aprovechar para caminar antes de que empiece a hacer calor...

     El canadiense desayuna rápido y se va a las 6:45. En cambio los tres amigos prefieren desayunar con cierta calma. Son ya las 7:15 cuando cogen sus mochilas y salen del albergue para empezar a andar.

     La etapa de hoy tiene un perfil casi llano. De Fuente de Cantos a Zafra apenas hay subidas ni bajadas. de la mañana. Son 26 kilómetros y trescientos metros, según la guía. Unas siete horas. Pero la guía también avisa: "empieza a escasear la sombra".

     En menos de dos horas llegan al primer pueblo: Calzadilla de los Barros. Desayunan en el Hogar del Pensionista. Bocadillos de jamón con tomate. Café con leche grande. Luego se aprovisionan de agua. Litro y medio para cada uno. Por delante hay 14 kilómetros de llanura y desierto sin ningún pueblo y sin ninguna fuente... Hay que atravesar 14 kilómetros de desierto para llegar al oasis siguiente...

     Después de un par de horas caminando, a la izquierda del Camino, hay un terreno labrado... En él, con letras muy grandes, alguién ha escrito un mensaje enigmático: "ZAFRA ES LUZ Y MAGIA". Javier se queda un rato mirando la frase. Y de pronto tiene la sensación de que las letras empiezan a moverse como si bailaran una canción lenta. Se frota los ojos para asegurarse de que no está soñando. A medida que se alejan sus compañeros y deja de oirse el sonido de sus pasos el silencio se va haciendo más completo... Y, de pronto, empieza a oir una música muy suave... No se ve a nadie por ningún lado... Parece como si la música saliera de las mismas entrañas de la tierra... Las letras siguen bailando... Javier cierra los ojos y siente como sus células bailan también dentro de su cuerpo... Nunca había tenido unas sensaciones semejantes... Le gustaría quedarse allí y así para siempre, escuchando aquella música y sintiendo como le baila su sangre por dentro... Pero de pronto a su cabeza vuelve la cordura: coge la botella de agua, se echa una poca en la palma de la mano, se refresca con ella la frente y la cabeza... Y se pone de nuevo a caminar. Y se pregutna: ¿Así son las alucinaciones?... Ha debido ser una consecuencia del calor...

     Javier apura el paso todo lo que puede para alcanzar a sus compañeros. Después vuelven a caminar juntos. Son ya las 12 y media cuando llegan a Puebla de Sancho Pérez. ¡Hay una tienda abierta!. Agua. Acuarius. Más agua. Un melocotón. ¡Qué gozada poder darle bebida y comida a un cuerpo necesitado!...

     A las dos de la tarde los tres amigos entran en Zafra. La entrada es fea. Pero poco a poco el pueblo va mostrándole su cara más amable. El albergue, al igual que el de Fuente de Cantos, es de la Fundación Alba Plata. Les recibe Laura, una chica muy sonriente, que les acoge con amabilidad. Les asigna las camas. Les enseña las duchas y el tendal. Tras ducharse y lavar y tender la ropa parece como si de pronto hubier desaparecido todo el cansancio acumulado durante el camino...

     Los tres peregrinos comen juntos, en un bar que hay cerca del albergue. Y después de comer Carlos y Ángel se quedan a dormir la siesta. Javier, en cambio, coge su cámara de fotos y se va a recorrer el pueblo. Zafra tiene muchos rincones llenos de belleza, que atraen a un aficcionado a la fotografía... Una calle con casas bajas, pintadas de blanco. Vacía. Sin gente. Y al fondo un arco. Es una bonita foto. De pronto aparecen caminando hacia el arco dos monjas... La foto es todavía mucho mejor que la anterior... Javier se siente feliz... Pasan las dos monjas... Vuelve a quedar la calle de nuevo desierta... Hay una luz muy bonita... A lo lejos algo vuelve a moverse... Una chica camina hacia el arco... Lleva un vestido largo, de flores, lleno de color... Cuando pasa justo debajo del arco Javier dispara una nueva foto... Ha quedado perfecta... Es una foto maravillosa... La chica sigue caminando, pasa al lado de Javier, le mira con dulzura, le sonríe... y se va... ¡Uf!!! javier se frota los ojos. ¿Seguro que no estoy soñando?...

    Al cabo de un rato Javier despierta de su sueño y se pone de nuevo a caminar por Zafra. Sigue buscando rincones bonitos. la Colegiata de la Candelaria, el Hospital de Santiago... Zafra es una población sembrada de arquitectura, de arte, de historia... Cuando está haciendo una foto del arco del Cubo (con la iglesia del Rosario al fondo)... vuelve la magia... La chica del vestido de flores aparece de nuevo, caminando, con un plano en una mano y una cámara de fotos en la otra... Y pasa bajo el arco... Javier aprieta el botón del disparador... Otra imagen maravillosa... Y la chica le sonríe de nuevo al pasar... Esta vez la sonrisa es más amplia y relajada... También a ella le hace gracia este nuevo encuentro casual... Javier le dice "buenas tardes"... Y ella le contesta con otra sonrisa y con una ligera reverencia... Es una chica con rasgos orientales...

     Javier sigue recorriendo Zafra y haciendo fotos... Se reprocha a sí mismo el no haber sido lo suficientemente valiente para hacer algo que le apetecía mucho: ponerse a conversar con la chica... Cuando javier llega a la Plaza Grande y a la Plaza Chica se pasa un buen rato haciendo fotos... Le llama la atención una columna en la que está gravada "la vara de medir"... Mientras la mira se para a leer su guía que le informa de que en uno de los pilares de la plaza está tallada la vara castellana de 83 centímetros Y si alguien desconfiaba de que alguno de los comerciantes usaba en sus transacciones una vara de medir "falsa" solo hacía falta traerla a este lugar y superponerla con la gravada en la columna para ver si era o no correcta...

     Mientras Javier está leyendo estas explicaciones aparece de nuevo la chica del vestido de flores... Y se acerca también a ver la vara gravada en el pilar... Javier se aparta un poco para que ella pueda tomar una foto... Y luego le hace un gesto para decirle si quiere que él le tome una foto para que ella salga también en ella, al lado del pilar en el que está tallada la vara de medir... Ella le deja la cámara y él le toma la foto... Le devuelve la cámara. Sus miradas se encuentran. Hay una extraña luz que les une...

     ¿Hablas español?, le pregunta Javier. "Poco", responde ella. "¿English?"... "Yes"... El inglés de Javier es bastante básico... Pero, aún así, son capaces de iniciar una conversación... El azar les ha conducido a reencontrarse tres veces... Hay algo que les une, aunque no sepan muy bien lo que es... Quizás el hecho de que a ambos le gusta pasear por Zafra, haciendo fotos... Quizás el hecho de que los dos están buscando la belleza...

     Al avanzar la tarde ha dejado de hacer calor. Ahora hay una temperatura muy agradable. El cielo es azul y limpio... Hay una luz muy bonita... Zafra es un lugar lleno de magia... Después de conversar un rato los dos jóvenes siguen haciendo fotos... Están todavía un buen rato fotografiando las plazas, sus edificios, sus arcos... Luego, siguiendo el plano que lleva la chica, se van caminando juntos a otros lugares... ¡Les queda todavía tanta belleza por disfrutar!...

     Forman una pareja muy curiosa: él, español, peregrino, con sus chanclas de playa, con su barba de siete días, con su ropa de caminar, su cabello despeinado... Ella, turista, japonesa, con su vestido de flores, sus sandalias de colores, sus hombros bronceados, su cara dulce, su pelo suave y bien peinado... Pero aun así hay una fuerza superior que les atrae... Y se sienten cómodos paseando juntos por la ciudad...

     Para Javier es una tarde maravillosa. Después de varios días caminando en soledad desde Sevilla hasta aquí, por la Vía de la Plata... Ahora tiene la sensación de estar soñando... Esto no le puede estar sucediendo a él...

     A las nueve de la noche pasan delante del Parador de Turismo... Y en ese momento Javier le dice a su amiga que la invita a cenar allí... Ella le mira con dulzura y ... señala un lugar diferente: la terraza de un bar que hay allí cerca... Se sientan. Piden la cena. Conversan... Él le cuenta su vida de peregrino durante estos días... Y le habla apasionadamente de lo que para él significa el Camino de Santiago... Ella le habla de su viaje turístico por Europa... Ayer estuvo en Salamanca. Hoy aquí, en Zafra. Mañana a las siete de la mañana se va a Cadiz, en un autobús. Luego a Sevilla. Luego a Granada. Luego a Valencia y a Barcelona... Le gusta mucho España. Y quiere aprender español... Luego hablan de otros muchos temas. Intentan incluso hablar de religión y de filosofía... Pero para el inglés de Javier estos temas resultan muy difíciles de abordar con las pocas palabras que maneja... Aún así se entienden... Se comprenden sobre todo con la mirada... Hay tanto cariño y tanta dulzura en sus ojos... Parece como si fuesen dos enamorados... ¿Parece?...

     Está cayendo la tarde. Ella coge el móvil y le hace con él una foto a Javier... Queda muy bonita... Se ve la mirada limpia de Javier, llena de amor y de luz... Mirada de enamorado... Él le pide que le envie la foto a su movil. Le dice su número y ella se la envía...

     A las once cierran el albergue. Javier no quiere irse a dormir. Querría quedarse toda la noche mirándoles a los ojos a su amiga... escuchando su voz suave... acariciando la luz de su sonrisa... Pero de pronto se enciende en su cerebro la bombilla de la razón. Javier la acompaña a ella hasta la puerta de su hotel. Se despiden. Un par de besos. Una mirada. Un apretón de manos. "Hasta siempre". Ella entra. Y Javier se va al albergue. Un par de gruesas lágrimas corren por sus mejillas...

     El reloj está dando las once cuando Javier entra por la puerta del albergue. La hospitalera y sus compañeros le están esperando. Le preguntan donde ha estado. Y él se lo cuenta "groso modo", muy resumidamente... Y aún así se quedan sorprendidos... La verdad es que es una historia muy curiosa... Carlos se acuerda entonces de la frase que estaba escrita en el terreno labrado... "¿Os acordais de lo que ponía exactamente?" "ZAFRA ES LUZ Y MAGIA", dice Ángel. Y Javier empieza a pensar en las sensaciones que notó mientras contemplaba esta frase... Y el baile de las letras. Y el baile de su sangre dentro de su cuerpo. Todo esto es muy extraño...

     Tras un rato de conversación los tres amigos se van a dormir. Hay que descansar porque mañana espera una nueva etapa...

     A Javier le cuesta mucho dormirse. Está demasiado vivo como para cerrar los ojos. Siente como la sangre le hierbe dentro. Su corazón todavía late más acelerado de lo normal... La imagen de la chica se muestra con nitidez en su cerebro... Trata de recordar lo que pasó. La tarde entera ha volado como si fuera solo un instante. Se ha sentido como si estuviera volando por entre las nubes, por un cielo lejano... Es como si hubiera caído en un cuento hermoso, lleno de amapolas, de sonrisas, de miradas y de estrellas... Siente como las mariposas le revolotean por dentro... ¡Nunca se había enamorado de una forma tan extraña!...

     Pero... ¿de qué sirve enamorarse de una chica que nunca se va a volver a ver?...

     Como de costumbre, a las 6.15, suena la alarma del móvil. Los peregrinos se despiertan y se arreglan. A las 6.30 van al comedor para desayunar... Javier no aguanta más, coge el movil, y escribe un mensaje: "Me gustaría desayunar contigo". Lo envía.

     Sesenta mil milisegundos después le llega la respuesta. "Ok. Te espero en la cafetería de mi hotel".

     Javier coge su mochila, se despide de sus compañeros y de la hospitalera, y se va corriendo... No nota el sueño, ni el cansancio ni el peso de la mochila...

     En menos de diez minutos está en la cafetería. Allí está ella, igual de guapa que ayer... Se miran. Se sonríen. Les quedan menos de 20 minutos para estar juntos. El autobús de ella sale a las siete. Desayunan. Conversan. Y sobre todo se miran. A las siete menos diez él le dice a ella que es hora de irse a la parada del autobús... Ella le hice un gesto diciendo que calma, que no hay prisa... Siguen desayunando...

     Cuando el reloj da las siete él le dice a ella: "¿Y tu autobús?" Ella le contesta: "Estoy muy bien aquí. No necesito ir a ninguna parte. Creo que el autobús de las siete no era mi autobús"...

      Javier le cuenta lo que sucedido ayer, cuando vieron las letras escritas en el sembrado, que decían "ZAFRA ES LUZ Y MAGIA"... Y le cuente cómo bailaban las letras. Y le cuenta lo que sintió por dentro en ese momento... Y le cuenta todo lo que sintió en la tarde de ayer: cada vez que el azar hacía que se encontrasen, y luego todo el rato que estuvieron juntos... Le enseña las dos fotos que hizo en las que salía ella debajo de sendos arcos... Ella le enseña también sus fotos... Y en dos de ellas también salía Javier, pasenando, con su cámara en la mano...

     A media mañana Javier llama a sus amigos: "Hoy me voy a quedar aquí. No me espereis. Ya os llamaré"... No hizo falta que les diese más explicaciones...

     Cogidos de la mano, con las miradas continuamente entrelazadas, los dos enamorados pasan el día juntos, callejeando por Zafra, saboreando de nuevo su luz y su magia... Y el día siguiente también. Y el otro... Y el otro... Son tres días viviendo en un sueño... Ella renuncia a Sevilla y a Granada... Él renuncia a tres etapas del camino... Pero esos tres días marcan sus vidas para siempre...

     Al cabo de tres días ella coge un autobús y se va a Barcelona... Y él coge otro autobús y se reúne con sus compañeros peregrinos en Mérida... Pero se han dado los correos electónicos... Y prometen seguir en contacto... Saben que entre ellos se han creado lazos muy fuertes...

     Termina el verano. Pasa el otoño. Y cuando llega el invierno Fuyumi vuelve a España, para estudiar español en la Universidad de Salamanca... Javier abandona el trabajo que tenía y se va también a Salamanca y encuentra trabajo allí...

     Pasa el tiempo. Pasan los años. Es cinco de diciembre. María, cumple seis años. Y ese día, al despertarse, María mira por la ventana, y ve como un sol precioso ilumina las maravillosas torres de la Catedral... Entonces sonríe y se vuelve hacia su padre y le pregunta: "¿Papi, tu sabes lo que significa el nombre de mamá?". "Sí. Fuyumi en japonés significa "invierno bonito"". Ella les está escuchando desde la puerta de la habitación. Entra. Los tres se dan un abrazo muy grande. Miran por la ventana. Un avión escribe unas letras en el cielo: "MARIA ES LUZ Y MAGIA". "Es tu regalo de cumpleaños", le dice la madre a María. "Me gusta, mami. Me gusta mi regalo de cumpleaños. Me gusta mi familia. Y me gusta mucho tu nombre... Fuyumi: invierno bonito. Te quiero... Y a tí también, papi. A tí también te quiero".

(27-08-2012)