Hace unos cuatro o cinco años vi un hombre arando con un par de vacas que tiraban mansamente de un arado romano.
     La imagen me llevó de pleno a la infancia.
     Les hice una foto consciente de que podía estar plasmando un momento histórico: ¿la última pareja de vacas que tiraba de un arado romano surcando la piel de las tierras gallegas...? La verdad es que desde entonces no he vuelto a ver nunca más a dos vacas arando...

     Hoy vi a un señor arando su huerta con un burro. Quizás esta imagen todavía perdure durante unos cuantos años en nuestra geografía...
     Pero desde luego ya no es fácil encontrarla... Por eso le pedí permiso y le tomé unas cuantas fotos. El señor posó encantado. Y el burro creo que también.

     Tuve la sensación que ambos eran conscientes de su valor como testimonio de los últimos coletazos de la agricultura de tracción animal en Europa...

     El "progreso" cada vez nos aleja más de la Madre Tierra. Y por eso cada vez estamos más en el aire, más desenraizados...

     A mi todavía me gusta tocar, acariciar, y amar la tierra que me dio la vida y el alimento... y me gusta hundir en ella mis raíces, sabiendo que de ella vengo y a ella volveré...

     Quiero sentirme ligero y libre... pero no quiero vivir totalmente en el aire...

(Juan, 09-02-2013)