Hio, Costa da Vela, Cabo do Home, Barra, Nerga.
Día 30 de septiembre de 2006.
Cero horas. Llueve a mares. ¿Noche de perros?...
6:15 de la mañana. Suena el despertador. ¡Maldita sea!. Tengo sueño. ¡Con lo bien que se está en la cama!. ¡Quién me mandará a mi...!... ¿Y si me quedo en la camita, calentito, sequito, durmiendo...?. ... ¡Nooooooo!. Siento que la viaoxitocina tira de mi con fuerza y me saca de la cama.
Ducha. Desayuno. Mochila: ¡que no se olvide la cámara de fotos!. Viaje hasta Ourense. Todavía es de noche. ¿Vendrá la gente a caminar con el día que hace...?. En la parada de la Alameda empieza la respuesta: hay un buen grupo de gente. Compruebo como el resto de los viaaurienses también segregan viaoxitocina (la hormona de la fidelidad a viaauria).
Bus uno. Asiento 24. Como siempre. Fidelidad. Viaje hasta Cangas... Me he olvidado de traer la comida. Veo una carnicería abierta. No lo dudo ni un instante. Entro. Me venden 250 gramos de jamón serrano y una barra de pan. La chica, inteligente e intuitiva, comprende enseguida la situación. Me parte en tres trozos la barra y me los abre para que me pueda hacer cómodamente los bocadillos. Un tema resuelto... Entramos en un bar. Agua, café, magdalenas...
Vuelta al bus. Apuntarse a la siguiente andaina. (Outono no corazón de Galicia: Caurel. Genial...). Viaje hasta Hio. Y aquí le decimos hasta luego a los buses. Cruceiro. Iglesia. Explicaciones de Angel. Fotos. Y empezamos a andar. Todavía no llueve...
Caminamos hacia el Oeste, viendo la ría de Aldán a nuestra derecha. Disfrutamos de la belleza del paisaje, de la compañía, de la charla, del buen ambiente reinante... Viaauria huele siempre a sonrisa... Angel sigue con sus explicaciones: plantas, piedras... historias de turcos que invaden la península del morrazo, matan a los hombres y secuestran a las mujeres y a los niños, mujeres que se vuelven locas con el dolor y la pena, actuaciones de la inquisición para agravar más la situación... y el resultado son las lágrimas de María Soliña. Si la televisión fuera buena y de calidad ... Angel sería como la televisión: un libro abierto. Pero siendo las cosas como son... está claro que Angel es fantástico y no tiene nada que ver con la televisión...
Unas escaleras de madera a la derecha... y encontramos la primera gran sorpresa del día: la playa de Terra da Laxe o San Xián. Un lugar bonito donde los haya. Lleno de luz, color y magia. No me canso de hacer fotos...
La andaina continúa. Llegamos a la playa de Area Brava. Impresionante. Virgen y solitaria. Dos canoas en la arena le dan colorido. Ángel nos muestra unas huellas: son de jabalí. ¡Los jabalíes también van a la playa!... ¡Esto sí que es nuevo para mi!!. Está claro que en la España mediterranea los jabalíes ya no van a la playa desde hace mucho tiempo. Galicia todavía sigue siendo diferente (a Dios gracias)... ¿Nos durará?.
Empezamos a subir en dirección al Monte do Facho. Nos llega un mensaje de la diosa lluvia: las nubes se sienten pesadas y están cansadas de esperar. Van a empezar a regarnos. ¡Y tienen pólvora para rato!. Llueve y llueve en la subida. A veces incluso diluvia. Y el viento juega con nosotros por momentos, volviéndonos los paraguas del revés... Empieza el baile...
Estamos casi en el Monte do Facho. Sigue lloviendo. Angel da dos opciones: o bajar a comer al pueblo de Donón o subir a la cima del monte para ver el Castro y las vistas. El grupo se divide en dos. Opto por lo más difícil... Subimos en tres minutos.
Segunda gran sorpresa del día. ¡Vaya vistas!: las islas Cíes enfrente, a la izquierda la ría de Vigo, y a la derecha la isla de Ons y la mayor parte de la costa atlántica de Galicia... al fondo se intuye Finisterre. A nuestros pies se ve, salvaje y espumosa, la Costa da Vela. La diosa de la lluvia sonríe, le mira a los ojos al viento diciéndole que se calme y acaricia a las nubes para que dejen de llorar... Incluso el sol quiere asomar una ténue sonrisa semioculta. El momento es perfecto. ¡El cielo se toca con los dedos!.
Aquí comemos. Compartimos comida, miradas y sonrisas...
Bajamos luego a Donón. Y emprendemos el camino hacia Cabo do Home. Se ha terminado la tregua. Las nubes vuelven a llorar desconsoladas. Y el viento sopla con furia. Resistimos su asedio. Y seguimos, contra viento y marea, hasta que llegamos al faro. Angel nos dice sonriente: "¿No queíais ver un temporal?". El momento es realmente salvaje. Me recuerda una infancia de pastor de vacas, en el invierno crudo de la alta montaña...
Volvemos un poco sobre nuestros pasos y luego vamos hacia la derecha, en dirección a la playa de Melide. En un pinar nos paramos un rato. Llueve somo si el cielo se hubiera roto. Varias personas comentan: nunca me había mojado tanto... Yo no puedo decir lo mismo: muchas otras veces me he mojado tanto... e incluso más. La gente está empapada, pero feliz. Se nota en las caras que están llenas de luz mojada.
Atravesamos la playa de Melide (pura, salvaje y virgen) y empezamos a subir de nuevo al monte, yendo luego por un precioso sendero en dirección a Barra, la playa nudista más famosa de Galicia. Para de llover. Se asoma incluso el sol. A nuestra derecha se ve la ría de Vigo. Atravesamos Barra por la arena, y luego atravesamos también la playa de Nerga. Al final de ésta nos esperan los autobuses...
Ha sido un día maravilloso...
"O que converte a vida nunha bendición non é facer o que nos gusta, senón que nos guste o que facemos" (GOETHE)
"No me resigno a que, cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido" (Pedro Arrupe)
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