Galicias.com: una casa para todos |
Mi muerte
Hoy estuve hablando
con mi muerte.
Me la encontré,
le miré a la cara,
y la reconocí
al sentir
el hueco de sus alas
en mi sangre.
Y reflejado en sus ojos
me vi
muerto y desnudo:
Silencio frío,
crudo,
helado...
en un cajón
tumbado,
encerrado,
prisionero de la nada.
Eran los restos de mi cuerpo.
Era un trozo de mi.
Pero no era yo.
No era todo mi yo
el que estaba dentro,
apagado, mudo, encerrado
en aquella caja
absurda de madera.
Allí no estaban,
por ejemplo,
estas palabras.
Le miré a la cara
a mi muerte
y con letras de luz y sangre,
sentados ambos sobre el féretro,
sellamos este pacto:
acepto que mi cuerpo
se pare y se enfríe,
se desmorone y se ennade,
y tú, muerte, aceptas
que sea inmortal
el rastro de mi vida,
las obras de mis manos,
las palabras escritas,
pronunciadas o pensadas,
las caricias, las sonrisas,
los susurros, las miradas,
los besos, los sueños,
y todas las partes
eternas de mi alma.
Y la muerte dijo:
morirás
y vivirás,
te dividirás,
y permanecerá para siempre
el rastro de tu paso por el mundo,
y será inmortal
tu alma.
Y sellado el pacto
perdí el miedo
a mi muerte
y a las sombras tenebrosas de la nada.
(22-04-2007)
"Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos." (GOETHE)
"No me resigno a que, cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido" (Pedro Arrupe)
TOP: Ir al INICIO de esta página
Benvid@, a Galicias.com